Aprendizaje garantizado
Metodología 4 fases
Metodología de 4 fases © es una excelente forma de evitar la exclusión académica y educativa. Es una hermosa experiencia que el cerebro aprenda y retenga contenidos; sin embargo, es un gran desafío lograr que la mente de un sujeto aprenda de forma semejante a como lo hace otra. Esto es particularmente notorio en un contexto andrológico (educación de adultos), marcado por la necesidad de hacer un uso del tiempo lo más efectivo posible (eficiente y eficaz).
La educación tradicional apela a la estandarización de procesos y bajo esta lógica procedimental se entregan, en la mayoría de los casos, contenidos bajo un modelo didáctico único que no atiende a la individualidad del ser humano. Este normalmente es un modelo que implementa el docente para entregar sus materias, el que a su vez coincide con su forma particular de enseñar; fenómeno muy natural y comprensible, dado que todos los seres humanos tendemos a hacer y replicar lo que nos resulta más afín a nuestra propia naturaleza. Cómo podría lograrse otra cosa, si además los profesores tienen que hacer malabares para lograr capturar la atención de sus estudiantes, con recursos en la mayoría precarios y con el peso de la escasa capacitación en el ámbito didáctico.
El modelo anterior, promueve que aquel que tiene la suerte de aprender de forma compatible a la forma como enseña el docente, logra buenos resultados; retroalimentándose positivamente por las buenas calificaciones, valoración docente y reconocimiento institucional. Por otra parte, los demás van quedando atrás, no van entendiendo, van quedando vacíos de información, pierden la motivación y se retroalimentan negativamente por las malas calificaciones, por el desdén de los educadores que ven en los “malos estudiantes” el motivo de su desmotivación laboral y frustración constante y como si fuera poco, también de la institución educacional, la que depende de un ranking para posicionarse. Todo lo cual genera frustración y desincentiva al joven o al adulto a asumir el desafío de cerrar un capítulo fundamental en la vida.
Para dar respuesta a este fenómeno generalizado, en IDSB hemos desarrollado una metodología de enseñanza que atiende a la individualidad del joven o adulto, que considera la forma como aprende al cerebro y que se adapta a los ritmos productivos de cada estudiante. Esta metodología se denomina de 4 fases.
Las 4 fases © son: Introducción a las materias con videos motivantes, luego la entrega de los contenidos teóricos de forma escrita, posteriormente la misma materia se aborda con distintos juegos interactivos y finalmente el cierre de la lección se desarrolla mediante un ejercicio práctico enteramente escrito.
Cuando el estudiante cambia de una fase a otra, se genera un reset atencional, esto quiere decir que al comenzar una nueva fase, el cerebro está cognitiva y atencionalmente dispuesto a seguir con las materias, debido al cambio de estrategias que debe enfrentar, siguiendo siempre la siguiente secuencia: aprendizaje audiovisual » teórico » gamificación » neuroescritural.